1. Cuidar la Marca. No perder foco en el posicionamiento de la marca y tratar de modificarlo en forma espasmódica y reactiva.
2. Crear momentos de innovación. Los momentos críticos nos dan el espacio para innovar y pensar de manera diferente de como lo veníamos haciendo. Aprovechar para implementar ideas que hasta el momento no habían tenido lugar y que tal vez ahora sea el momento. Mirar de manera diferente el mercado, buscar nuevos mercados objetivos, nuevos espacios de comunicación.
3. El precio no es un fusible. Como se mencionó antes que la gente en momentos de crisis se vuelva más sensible al precio no quiere decir que éste tenga que ser la única variable que tengas que modificar. El precio puede ser una excelente herramienta para desarrollar estrategias comerciales temporales pero sin perder de vista que lugar ocupa la marca en la mente del consumidor.
4. El largo plazo es lo que cuenta. Si las marcas aprovechan estos momentos de baja para ocupar más espacio en los mercados así cuando la crisis pase ese espacio ganado hoy tendrá mayores réditos en el futuro.
5. Estar listos para salir a escena. En momentos donde pareciera que no hay nada que hacer, es el momento en que las marcas deben preparase, ajustar la sintonía, analizar su portfolio, poner foco, definir la personalidad marcaria y por sobre todo definir qué quieren ser –como marca– para cuando la tempestad amaine.
6. Identificar oportunidades. Con cada crisis se modifican las percepciones marcarias de la audiencia y una mayor sensibilidad al precio. Lo que puede significar un problema para marcas de lujo mal gestionadas pero también una gran oportunidad para productos y servicios con una buena relación calidad.
7. Lo único que cambia es el consumo. Las marcas deben entender cómo el consumidor modificará sus hábitos de consumo durante la crisis y solo así poder ofrecerle alternativas, sustitutos. De hecho la gente seguirá consumiendo pero de manera distinta.
8. Optimizar los recursos. En momentos de crisis se debe ser más racional en la implementación de las estrategias de comunicación marcaria. Esto significa que debemos ser más efectivos en el uso de los recursos tanto humanos como económicos, inclusive revisar los cronogramas y potenciar aquellos medios más efectivos y analizar nuevas formas, que hasta este momento no habíamos utilizado, de llegar a la audiencia.
9. Una crisis no dura para siempre. Por lo tanto debemos entender que el consumo no se detiene sino que se posterga. Por eso la clave es pensar para cuando la crisis pase. Obviamente que para afrontar esto se debe contar con liquidez lo cual no es tan fácil.
2. Crear momentos de innovación. Los momentos críticos nos dan el espacio para innovar y pensar de manera diferente de como lo veníamos haciendo. Aprovechar para implementar ideas que hasta el momento no habían tenido lugar y que tal vez ahora sea el momento. Mirar de manera diferente el mercado, buscar nuevos mercados objetivos, nuevos espacios de comunicación.
3. El precio no es un fusible. Como se mencionó antes que la gente en momentos de crisis se vuelva más sensible al precio no quiere decir que éste tenga que ser la única variable que tengas que modificar. El precio puede ser una excelente herramienta para desarrollar estrategias comerciales temporales pero sin perder de vista que lugar ocupa la marca en la mente del consumidor.
4. El largo plazo es lo que cuenta. Si las marcas aprovechan estos momentos de baja para ocupar más espacio en los mercados así cuando la crisis pase ese espacio ganado hoy tendrá mayores réditos en el futuro.
5. Estar listos para salir a escena. En momentos donde pareciera que no hay nada que hacer, es el momento en que las marcas deben preparase, ajustar la sintonía, analizar su portfolio, poner foco, definir la personalidad marcaria y por sobre todo definir qué quieren ser –como marca– para cuando la tempestad amaine.
6. Identificar oportunidades. Con cada crisis se modifican las percepciones marcarias de la audiencia y una mayor sensibilidad al precio. Lo que puede significar un problema para marcas de lujo mal gestionadas pero también una gran oportunidad para productos y servicios con una buena relación calidad.
7. Lo único que cambia es el consumo. Las marcas deben entender cómo el consumidor modificará sus hábitos de consumo durante la crisis y solo así poder ofrecerle alternativas, sustitutos. De hecho la gente seguirá consumiendo pero de manera distinta.
8. Optimizar los recursos. En momentos de crisis se debe ser más racional en la implementación de las estrategias de comunicación marcaria. Esto significa que debemos ser más efectivos en el uso de los recursos tanto humanos como económicos, inclusive revisar los cronogramas y potenciar aquellos medios más efectivos y analizar nuevas formas, que hasta este momento no habíamos utilizado, de llegar a la audiencia.
9. Una crisis no dura para siempre. Por lo tanto debemos entender que el consumo no se detiene sino que se posterga. Por eso la clave es pensar para cuando la crisis pase. Obviamente que para afrontar esto se debe contar con liquidez lo cual no es tan fácil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario